Cuida tu matrimonio: Cierra la puerta del adulterio

Autor: Sujey Rodriguez

Julio 21, 2023

Hebreos 13:4

Que el matrimonio sea honrado entre todos, y que el lecho matrimonial sea incontaminado, porque Dios juzgará a los inmorales y adúlteros.

Cuando buscamos el concepto de lo que significa adulterio nos percatamos que en la palabra de Dios que este acto se considera el mantener relaciones con otra persona fuera de tu pareja matrimonial, la pareja con la cual un día se hizo un pacto sagrado de respetar, valorar, cuidar y de fidelidad para toda la vida.

Este adulterio no solamente consta en mantener relaciones sexuales con alguien fuera del matrimonio, sino también relaciones sentimentales, ya sea por recuerdos, en sus pensamientos, por llamadas telefónicas, o simplemente porque el conyugue que falla a puesto su mirada en otra persona, lo cual lo lleva a cometer este acto.

La lujuria, la lascivia y la codicia operando en una persona, lo lleva a mirar con ojos de placer a otra persona que no es la pareja con la cual se decidió formalizar en su vida, que llevan y dirigen a la persona a adulterar, no solamente en un adulterio físico que conlleve relaciones sexuales y sentimentales, sino que los lleva a adulterar en su corazón.

Según el diccionario la palabra lujuria significa lo siguiente:

La palabra lujuria se origina del latín "luxus" que significa “abundancia” o “exuberancia”.

A este termino se le asocia con la palabra lascivia que se refiere al “deseo sexual incontrolable, y la propensión a los deleites carnales”, llevando a la persona a la codicia, que es el deseo desordenado de tener algo y el deseo excesivo de tener lo que pertenece a otro. Estos comportamientos lujuriosos tienen una característica fundamental que los identifica por el arrebato o furia y el descontrol sexual en el individuo que manifiesta este comportamiento. Es una atadura que si la persona no es guiada a soltar esa conducta e intervenida por Dios a tiempo, puede llegar a ser tan destructiva como una enfermedad mortal.

Jesús dijo en una ocasión en el libro de Mateo 5:28,

"Pero yo os digo que todo el que mira a una mujer con intención lujuriosa ya ha cometido adulterio con ella en su corazón"

Aquí nos queda claro que simplemente el hecho de mirar a una mujer (o bien sea también en sentido contrario porque sabemos que el adulterio puede venir de las dos partes) pero simplemente la mirada con una intención lujuriosa, ya ha adulterado en su corazón. Y quien adultera en el corazón ya ha fallado en el matrimonio, simplemente porque su vista, su imaginación y sus pensamientos se fueron mucho mas allá de algo sano o saludable.

Dios nos manda en su palabra a que el matrimonio sea honroso en todos los sentidos y a que el lecho matrimonial no sea contaminado, porque de lo contrario Dios juzgara a estas personas que El mismo cataloga como inmorales y adúlteros. Esto el mismo Dios lo considera como un pecado que atenta en contra de la santidad que tiene que haber dentro de un matrimonio.

Lamentablemente en este tiempo las personas que no tienen a Dios en su corazón y que no conocen lo que dice la palabra referente a este comportamiento, tienden a fallar en este aspecto ya que en muchas ocasiones la persona es dada a desbordar en estos comportamientos y pensamientos prohibidos que dañan el matrimonio, hasta que las familias quedan desechas y desintegradas. En otras ocasiones la persona conoce, pero el impulso es tan grande que han perdido el control de sus acciones.

- Con una simple mirada se es infiel.

- Con un mensaje de texto se es infiel.

- Con una llamada se es infiel.

- Con un pensamiento se es infiel.

- Con un roce se llega a ser infiel.

Vivimos en tiempos en donde las generaciones han cedido al pensamiento y a la normativa moral de que la infidelidad conyugal es algo común y que tarde o temprano tiene que ocurrir porque para la sociedad ya es algo normal y aceptable. Se ha llegado hasta el punto de distorsionar los significados de lo que verdaderamente significa adulterar y ser infiel, para de alguna manera u otra calmar la conciencia y librarse de cierta responsabilidad moral y espiritual.

Lamentablemente vivimos en una realidad triste por la aceptación de estas conductas aberrantes que dañan el lecho matrimonial. Este es un hecho bastante desgarrador ya que vemos demasiadas de familias desintegradas, en donde no solamente sufre la persona que ha sido engañada, sino que toda la familia se ve envuelta en este dolor, y que toma mucho tiempo para poder sanar esa traición.

El adulterio daña las relaciones matrimoniales.

La infidelidad daña las relaciones matrimoniales. En esto se pierde el amor, se pierde la confianza, se pierde el respeto, se pierde el cariño, se pierde la autoestima, se pierde el amor propio, se pierde el compromiso, se pierde la salud mental y emocional hasta que se deteriora, y cada área del ser de la persona engañada queda lastimada y herida. No es hasta el momento en donde la persona engañada decide soltar los malos recuerdos y el sabor amargo que traen estas infidelidades, que la persona se siente capaz de volver a levantarse y de volver a retomar su vida y su propósito nuevamente.

Hay puertas que no se pueden abrir en el matrimonio, y esta es una que debe de permanecer cerrada, porque a la vez que se abre es muy difícil que la persona la pueda cerrar. El enemigo toma ventaja de esta puerta abierta y de la falta de fidelidad e integridad en el corazón de la persona, que llega el punto de que toma total y absoluto control del comportamiento de la persona. Recordemos que el enemigo a venido a tomar ventaja de nuestras debilidades para con ellas mismas hacernos caer y luego hacernos sentir culpables.

Solamente una entrega de corazón completamente al Señor le podrá ayudar a permanecer con esta puerta cerrada.

Es importante conocer las consecuencia espirituales que conlleva a la persona el practicar este pecado de infidelidad y adulterio. Es imprescindible para la persona conocer cuales son los efectos espirituales que esto provoca en la persona. Dice la palabra en Efesios 5:5

"Porque podéis estar seguros de esto: todo aquel que es sexualmente inmoral o impuro, o que es codicioso (es decir, idólatra), no tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios"

Reconocer esta grave consecuencia de no recibir herencia en el reino de Cristo y de Dios, debe de llevar a la persona a recapacitar en su conducta y a mantener este matrimonio honroso estando alejado de toda conducta inmoral e impura.

Solo el compromiso y el amor a Dios es lo que va a llevar a estos matrimonio a serle de agrado a Dios. Solo tener una relación genuina con Dios es lo que va a mantener a ambas partes en este respeto, amor, compromiso y fidelidad. Solo Dios puede ayudar a sanar todas las heridas provocadas por este adulterio. Solo con Dios podemos llegar a perdonar para así poder tener un corazón agradable a los ojos de Dios.

¡No dañes tu matrimonio!

No dañemos la vida de nuestros seres queridos porque al final tendremos que recoger las consecuencias de nuestros actos. En el momento en que simplemente llegue el pensamiento a nuestra mente, cerremos esa puerta y entreguémonos al Señor. Solo con El es que vamos a poder librar esa batalla y vencer esas tentaciones. Recuerda que Dios nos ha dado el dominio propio para poder vencer los deseos pecaminosos. No cedamos a ellos, porque dañaremos mucho más de lo que recibiremos.

Cuidemos el matrimonio y seremos testigos de como Dios recompensara nuestra fidelidad.

Quiero orar por ti en este momento:

"Padre en esta hora vengo delante de ti orando por cada persona que se encuentre pasando por un momento amargo en su matrimonio de infidelidad. Padre oro por cada hombre y mujer que en un momento se determinaron a amarse y respetarse, pero que a causa de la infidelidad y el adulterio han cambiado el diseño original de lo que es un verdadero matrimonio. Señor te pido que sanes cada área y cada corazón que ha sido dañado por el engaño y que pueda haber una liberación en su corazón. Padre revélate en la persona que ha sido infiel para que pueda entender las consecuencias de su pecado y se aparte de el. Sabemos que puedes cambiar todo y si la persona esta dispuesta a enderezar su camino, sabemos que para ti no hay nada imposible. En el nombre poderoso de Cristo Jesús elevo esta oración, Amen.

Dios bendiga tu vida de manera especial.